domingo, 10 de mayo de 2009

Bienvenidos

Y la diosa benevolente me recibió; con su mano

mi mano derecha cogiendo, con estas palabras a mi se dirigió:

Mancebo, de aurigas inmortales compañero,

que con sus caballos que te traen , a nuestra morada llegas,

¡salud!, que no una mala moira te envió a seguir

este camino (pues fuera del sendero de los humanos está),

sino Themis y Dike. Y así tendrás todo que averiguar,

tanto de la bien redonda verdad el corazón imperturbable

como de los mortales los pareceres en los que verdadera fidelidad no hay,

y aprenderás también esto: cómo lo múltiple pareciente

tenía que hacerse aceptable, penetrándolo todo por todas partes.


Extracto del Proemio de Parménides.

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